Este descubrimiento lo han realizado unos científicos de la universidad de McMaster, la Universidad de Cornell, el Laboratorio Nacional de Brookhaven y el de Los Álamos.
Cuando los electrones interactúan en los materiales pueden ocurrir hechos impredecibles. Los efectos comienzan a aparecer a medida que el material se enfría por debajo de -218 grados centígrados.
Usando una técnica desarrollada, los científicos pudieron detectar las interacciones de los electrones en ciertos cristales y observar como reaccionan a diferentes temperaturas.
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